El mejor método para estudiar

28.08.2014 23:27

El mejor método para estudiar

Para obtener las mejores calificaciones no necesitas ser un genio, ni el "cerebrito" del
salón, tampoco necesitas pasarte las 24 horas del día estudiando.
 

Los cinco errores más graves que cometemos al estudiar

El desconocimiento de técnicas eficientes para estudiar nos lleva a cometer serios
errores, cuyo resultado la gran mayoría de las veces es una mala calificación. Aquí te
presento los cinco errores más graves.
1. Intentar aprender todo un día antes del examen. Este grave error lo cometen
aquellos alumnos que por lo general no estudian nada, hasta que tienen encima las
fechas de exámenes. El problema es que tienen que estudiar en un día los temas que
se vieron durante varios meses de clase.
2. Intentar memorizar el contenido de los libros, sin comprender. Lo importante es
entender lo que el autor trata de decirnos y ser capaces de explicarlo con nuestras
propias palabras.
3. Estudiar acostado. En la cama o sofá, lo más seguro es que te quedes dormido a los
15 minutos.
4. Faltar o no prestar atención a la clase. ¿Sabías que prestar atención y tomar notas
durante la clase hace que tu capacidad retentiva aumente hasta en un 75 por ciento?
Este será uno de los primeros pasos del método de estudio que aquí te propongo.
5. Estudiar escuchando música a todo volumen. Esta es una práctica bastante
arraigada en los jóvenes, estudiar escuchando a tu grupo favorito. Sin embargo, los
expertos opinan que lo mejor es estudiar en silencio.
¿Te identificaste con uno o varios de los errores señalados? Todos hemos cometido
estos errores alguna vez en nuestra vida. Pero ha llegado el momento de corregir lo
que estamos haciendo mal.
 

Hábitos de estudio

¿Qué son los hábitos?
Un hábito es cualquier acto adquirido por la experiencia y realizado regular y
automáticamente. Es una práctica o costumbre que realizas con frecuencia. Los
antiguos filósofos decían que el hábito es una "segunda naturaleza". Eso significa que
la naturaleza del hombre se enriquece o empobrece, se perfecciona o se denigra, con
el hábito.
Hay hábitos malos y buenos. Como ejemplo de hábitos malos podríamos mencionar el
hecho de fumar, comerse las uñas, hablar demasiado (sin escuchar), dejar todo para
después o echarle la culpa a los demás. Date cuenta y verás que las personas que
tienen estos hábitos lo hacen todo el tiempo.
Ejemplo de hábitos buenos son la puntualidad, la responsabilidad, el orden y la
limpieza. Los buenos hábitos serán la clave del éxito en todas las áreas de tu vida. Hoy
los puedes aplicar como estudiante pero el día de mañana también te servirán como
trabajador, profesionista, empresario o padre de familia. Si deseas tener éxito, lo
podrás lograr llenándote de buenos hábitos que te encaminen hacia ese objetivo.
Buenos hábitos de estudio
Podríamos hacer una lista inmensa que contenga todos los hábitos de estudio
recomendados por expertos en la materia, pero mejor vamos a concentrarnos en 5
hábitos que serán el comienzo de tu nueva vida como estudiante y que harán la
diferencia entre el alumno que eras antes y el que serás a partir de ahora.
Solamente te recuerdo que no bastará con que los conozcas, ya que deberás ponerlos
en práctica todos los días hasta lograr arraigarlos. Los hábitos se adquieren a través de
la repetición constante de los actos.
1. Organiza tu tiempo, elaborando un plan de actividades diarias.
2. Presta atención al maestro durante la clase y toma nota de lo más importante (ojo,
no se trata de intentar copiar todo lo que diga).
3. Estudia todos los días, de preferencia a la misma hora y en el mismo lugar.
4. Utiliza alguna técnica para estudiar (aquí conocerás varias).
5. Ten siempre una actitud positiva ante la vida, incluso ante los problemas (con eso
vencerás los malos hábitos del miedo, el desaliento y la derrota).
Organiza tu tiempo
¡El tiempo es oro! Por lo tanto, deberás aprender a administrarlo para sacarle el
máximo provecho. Planifica con anticipación todas las actividades que realices durante
el día, incluyendo los momentos de recreación y descanso, así como las horas que
dedicarás a estudiar después de clases.
A continuación encontrarás una tabla modelo que te podrá servir como guía para
elaborar tu propio registro de actividades. Elabora este plan antes que cualquier otra
cosa, pruébalo durante un par de semanas hasta que llegues a la versión definitiva que
consideres te va a funcionar.
Saca varias copias de tu plan de actividades y tenlo siempre a la vista para recordarlo.
Al principio no será fácil, pero no te desanimes. Si fallas un día, regresa
inmediatamente a tu programa el día siguiente, así hasta que te formes el hábito de
cumplirlo.
Toma en consideración los siguientes consejos a la hora de elaborar tu plan de
actividades semanales:
• Estudia las materias más difíciles cuando estés más descansado.
• Incluye un breve tiempo de reposo entre cada asignatura de estudio (10 minutos).
• Programa como mínimo 2 horas diarias para estudiar en casa. Sé realista y no te
pongas metas inalcanzables como intentar estudiar 8 horas diarias.
• Deja las actividades recreativas (jugar, ver televisión, ir al cine, etc.) para después
del estudio. Serán como un premio al esfuerzo realizado.
Presta atención a la clase y toma apuntes
Si no prestas atención es como si no hubieras estado; esto te traerá duras
consecuencias como el hecho de no entender la clase siguiente o perder demasiado
tiempo intentando comprender el tema tú sólo con el libro.
En cambio, si te formas el hábito de asistir a todas tus clases, poner atención y tomar
apuntes, te estarás facilitando enormemente la vida y sin duda estarás muy cerca de
lograr tus objetivos. El hecho de escuchar y tomar notas hace que tu capacidad
retentiva aumente hasta en un 75 por ciento.
Los apuntes son un resumen de todo lo que se dijo durante la clase. No cometas el
error de intentar escribir en tu libreta cada una de las palabras que el profesor
pronuncie. Más bien se trata de ir captando las ideas principales. Con la práctica irás
aprendiendo y mejorando tu técnica personal para tomar apuntes y descubrirás que la
mayoría de los maestros dejan pistas muy claras de las preguntas que después vienen
en el examen.
Tomar buenos apuntes es como tener las respuestas del examen antes de presentarlo.
Tus apuntes te indican exactamente qué estudiar. Escucharás la clase una sola vez; en
cambio puedes revisar tus apuntes todas las veces que quieras. [1]
Para tomar buenos apuntes te recomiendo que te sientes en la primera fila, buscando
un asiento cercano al profesor. Esto te permitirá ver y escuchar bien todo lo que diga.
Me atrevería a asegurarte que con el simple hecho de sentarte adelante mejorarán tus
calificaciones porque evitarás distraerte, prestarás más atención y -como ingrediente
extra- causarás una buena impresión ante tus maestros.
Además, ten en cuenta estos otros consejos a la hora de tomar notas en clase:
• Escucha atentamente a tu profesor, inclinando tu cuerpo hacia adelante. No adoptes
la típica pose de "acostarte" en la silla.
• Organiza tus notas en orden lógico. Trata de tener una libreta para cada asignatura e
ir escribiendo cronológicamente las notas de cada clase. Así, cuando lleguen los
exámenes tendrás un cuaderno de apuntes perfectamente organizado y será muy fácil
repasar los temas incluidos.
• Escribe con letra legible, de modo que después puedas leer y entender lo que
anotaste (así no perderás el tiempo intentando traducir tus "garabatos").
• Pregunta. Si no entiendes el tema que se está tratando en clase, no tengas pena y
pregúntale al profesor hasta que te quede bien claro.
• Asiste a todas tus clases. Si por causas de fuerza mayor faltas a una clase, habla con
tu profesor y también consíguete una copia de los apuntes de alguno de tus
compañeros.
[1]Marshall, Brian, Estudiantes de Éxito, Ed. Selector, p.13
Estudia todos los días, de preferencia a la misma hora y en el
mismo lugar
Tienes que formarte el hábito de estudiar todos los días. Para que lo entiendas mejor,
es mucho más fácil y efectivo estudiar 30 minutos todos los días, que esperar hasta las
fechas de exámenes y pretender estudiar sin parar durante 8 o 10 horas. Por eso
deberás programar dentro de tus actividades diarias un mínimo de 2 horas para
estudiar.
Trata de que tanto el horario como el lugar para estudiar sea siempre el mismo.
Respecto al horario, si tus clases son en el turno matutino la hora perfecta para
estudiar sería después de comer y descansar un poco; si tomas clases en el turno
vespertino entonces utiliza las primeras horas de la mañana (después de despertarte y
desayunar bien) para estudiar.
No olvides que las actividades recreativas (ver televisión, ir al cine, visitar a la novia,
etc.) siempre irán después de estudiar; así tu mente relacionará al estudio con las
actividades gratificantes que realizarás después y te será muy sencillo formarte el
hábito de estudiar todos los días.
En cuanto al lugar, deberás acostumbrarte a estudiar siempre ahí, será tu "templo" de
estudio. No necesitas tener tu propia biblioteca en casa, bastará con encontrar un
espacio en el que puedas estar libre de distracciones externas como la televisión, el
teléfono, etc. Un requisito indispensable para estudiar es la concentración, por eso es
tan importante alejarte lo más que puedas de las fuentes de distracción.
El lugar de estudio deberá estar ventilado y contar con buena iluminación, tratando de
no tener la luz frente a tus ojos porque te cansarás más rápido la vista y estudiarás
menos tiempo. También deberá contar con un escritorio o una mesa y una silla
cómoda. Aquí deberás tener el material necesario para estudiar (libros, libreta de
apuntes, diccionario, etc.). Es muy importante ser ordenados para que cuando te
sientes a estudiar tengas todo tu material a la mano, así evitarás desconcentrarte por
pararte a buscar el diccionario o la libreta de apuntes. Por último, ten disponible sólo
el material que vas a necesitar para estudiar, eliminando de tu mesa las revistas,
fotografías y demás cosas que puedan distraer tu atención.
Si eres uno de los muchos estudiantes que además de asistir a la escuela tienen que
trabajar, entonces deberás modificar un poco la regla del horario y lugar para estudiar;
tú mismo encontrarás la hora y el lugar idóneos (podría ser en algún espacio de tu
jornada laboral o mientras viajas en el autobús), lo importante es que cumplas con el
objetivo de estudiar todos los días.
 

Actitud positiva ¡siempre!

Miedo, desaliento y derrota son malos hábitos que deberás eliminar de tu vida. Uno de
los mayores miedos que domina al ser humano es el miedo a cambiar, sobre todo
aquellas cosas a las que nos hemos acostumbrado durante mucho tiempo. ¡Atrévete a
cambiarlas si eso significa ser mejor! Llena tu vida de hábitos buenos y serás una
persona exitosa.
El proceso no será fácil y es probable que las cosas no resulten tan sencillas como
pensabas, los fracasos son parte de nuestra vida y no deben ser razón suficiente para
desalentarte o sentirte derrotado. Un triunfador no es aquél que nunca cae, sino el
que se levanta ante cada caída.
Recuerda esto, si crees que puedes ser un excelente alumno y sacar las mejores
calificaciones, estás en lo cierto. Pero si crees que eres un incompetente y nunca
podrás sacar más de ocho, también estás en lo cierto.
No lo olvides entonces, actitud positiva ¡siempre!
 

Método básico para estudiar

Un método es el modo de realizar una cosa con orden, algo así como un procedimiento
o plan. En nuestro caso estamos hablando de un plan para estudiar cada una de las
asignaturas que cursas.
Aquí te propongo un método básico, que utiliza diversas técnicas como la lectura
rápida, el subrayado, el resumen y el repaso. Te recomiendo que pruebes y utilices
este método durante un semestre completo.
Para poner en práctica este método de estudio, en primer lugar deberás conocer y
practicar los 5 hábitos que vimos anteriormente. Esto significa que al momento de
sentarte a estudiar ya habrás tomado apuntes en la clase y tendrás programada una
hora y lugar fijos para esta actividad. Ten a la mano todo el material que necesitarás
(libreta de apuntes, libros, diccionario) y pide que nadie te interrumpa durante tu
tiempo de estudio.
El método que te propongo consta de 4 sencillos pasos que pondrás en práctica para
estudiar cada una de tus asignaturas durante el tiempo que hayas establecido en tu
programa de actividades (dale clic a cada una para ver los detalles de las técnicas):
1. Primera lectura rápida del material.
2. Segunda lectura, subrayando las ideas principales.
3. Elaboración de un resumen.
4. Repaso.
 

Método básico reforzado

Este método es especialmente efectivo para sistemas de evaluación basados en
pruebas objetivas (exámenes de opción múltiple). Lo nombramos "reforzado" porque
añadiremos un paso más con la técnica de formulación de preguntas.
Los cinco pasos del método reforzado son:
1. Lectura previa
2. Subrayado de las ideas principales del texto
3. Elaboración de un resumen
4. Formulación de posibles preguntas de examen
5. Repaso
Mediante la formulación de preguntas de examen podrás utilizar una estrategia final
que consistirá en la auto aplicación de un examen de práctica al final de tu sesión de
estudio. Este ejercicio aumentará dramáticamente tu capacidad retentiva y confianza
en el día del examen. Esto no tiene nada de extraño pues, para entonces, seguramente
ya habrás estudiado todas las preguntas que aparecerán en él.
 

Método de Staton

También conocido como método PQRST o EFGHI
Este método enseña a aprovechar con más eficiencia la mente de los estudiantes,
ayudándolos a lograr el máximo grado posible de aprendizaje en cada uno de los
momentos que dediquen al estudio.
Las técnicas que enseña no son complejas ni pesadas, por el contrario, son sencillas y
accesibles a cualquier mentalidad y aplicables a todos los campos y niveles de estudio.
Este método creado por Thomas F. Staton, se denomina, en inglés, PQRST, en donde
cada letra representa la inicial de las palabras que describen la fase del método. En
español, el método se denomina EFGHI.
E Examen preliminar
F Formularse preguntas
G Ganar información mediante la lectura
H Hablar para describir o exponer los temas leídos
I Investigar los conocimientos que se han adquirido
 
1. Examen preliminar
Para realizar el examen preliminar lee cuidadosamente el título de la obra o del
capítulo que vas a estudiar, lee la introducción o prólogo, el índice de la obra, mira los
dibujos, los esquemas, etc. Por último, debes dar lectura rápida a algunas páginas.
2. Formularse preguntas
El método didáctico se basa en preguntas y respuestas sumamente concretas.
Nosotros mismos podemos y debemos preparar nuestro estudio con preguntas
concretas. Es muy probable que obtengas brillantes resultados en tus exámenes, pues
precisamente un examen es un conjunto de preguntas sobre los aspectos
fundamentales de un tema.
3. Ganar información mediante la lectura
En general, hay dos formas de leer: en voz alta y en silencio. ¿Cuál de las dos es más
conveniente? Depende de varios factores.
Al leer en voz alta empleamos mucho más tiempo que leyendo en voz baja. En
consecuencia, si tienes todavía tiempo para la fecha de los exámenes, puedes emplear
esta forma de leer. La lectura en voz alta ayuda a una mejor memorización, debido a
que intervienen dos sentidos (vista y oído).
Si decides leer en silencio, debes evitar hacerlo mecánicamente. Para esto hay un
método muy eficaz y sencillo a la vez: subrayar el libro. Debes subrayar sólo las ideas
principales.
Teniendo en cuenta las ventajas y desventajas de leer en voz alta y en silencio, elige la
forma que mejor te acomode, ya que ambas te darán la ventaja de que estarás
leyendo activamente. Quienes no leen de esta manera necesitarán leer dos, tres y
hasta más veces para comprender bien y fijar las ideas centrales. Tú necesitarás sólo
una buena lectura y aprenderás más y mejor que los demás.
4. Hablar para describir o exponer los temas leídos
Al terminar de leer un capitulo o un subtítulo del mismo, debes cerrar el libro y repetir
los conceptos, con tus propias palabras. Si logras esto estarás comprendiendo
perfectamente y haciendo tuyo el tema. Lógicamente, habrás aprendido algo bien y sin
necesidad de memorizarlo.
De esta forma, con tus propias palabras, elabora un resumen, esquema o cuadro
sinóptico.
5. Investigar lo aprendido
Esta etapa debe realizarse en forma oral. Es un autoexamen de lo aprendido. También
puede hacerse en grupo; la manera de efectuarse es exactamente igual que en la fase
anterior (H: hablar para describir o exponer los temas leídos).
Con esta etapa se pretende evitar el olvido. Realiza tu primer repaso dentro de las
primeras 24 horas después de estudiar. El segundo repaso a los ocho días, y el tercero
(estamos hablando de repasos básicos indispensables) en el curso del mes.
_________________________________
Referencia:
Quintanilla Paz Soldán, Fernando, El mejor método para estudiar, Ed. Universo, Lima-Perú, Primera edición, pp. 85-89.
 

Crea tu propio método

No existe un método infalible que pueda aplicarse a todos por igual con los mismos
resultados.
Cada alumno aprende de diferente forma, dependiendo de su personalidad, su estado
de salud, las condiciones en que vive y sus diferencias individuales.
Hay técnicas que para algunos serán excelentes pero que a otros no les darán buenos
resultados. Por ejemplo, en la lectura previa algunos autores recomiendan seguir con
un dedo el renglón al momento de leer; sin duda habrá alumnos que lo pondrán en
práctica y sentirán que esta técnica los ayuda a concentrarse mejor en la lectura, pero
también encontraremos otros tantos que preferirán leer más rápido sin necesidad de
estar señalando el libro con su dedo.
El método básico de estudio es simplemente una propuesta integrada por técnicas que
han comprobado ser sencillas y efectivas, pero tú deberás probar cuáles son las
técnicas que realmente te funcionan y así estarás creando tu propio método para
estudiar.
 

Consejos para los exámenes

Uno de los mayores errores que cometen los alumnos es esperar hasta un día antes
del examen para comenzar a estudiar. Entonces llegan a la evaluación cansados, con
los ojos irritados por la falta de sueño y con muy pocas probabilidades de salir bien
librados de la prueba. Por eso es tan importante formarse el hábito de estudiar todos
los días.
Si pones en práctica un método de estudio, no deberías sentir temor por ningún
examen.
De todos modos, dado que los exámenes son tan inevitables como la muerte, a
continuación encontrarás una serie de consejos y sugerencias que te ayudarán a
mejorar tus habilidades para presentarlos:
Para que tu mente pueda rendir al máximo, duerme bien la noche anterior al examen.
Levántate temprano y llega puntual a la escuela, seguro de tus conocimientos.
No creas que tu memoria va a funcionar en un 100%. Por tanto, no te desesperes si
algo se te olvida.
Asegúrate de que comprendes perfectamente el contenido de cada pregunta, antes de
pretender responderla. Si tienes dudas vuelve a leerla y si aún así no te queda clara -
siempre y cuando esté permitido- pregúntale al maestro la interpretación.
Planea el uso del tiempo durante el examen. Para ello lee previamente todo el examen
y divide tu tiempo para que puedas terminarlo.
Si encuentras una pregunta muy difícil, será mejor que te la saltes y sigas con las
demás. Después regresa y enfócate en responderla.
No copies ni des la impresión de que estás utilizando "acordeones" o algún otro
instrumento fraudulento.
Concéntrate en resolver tu examen, no el de tu amigo o amiga.
No te sientas mal si otros terminan antes que tú. Tampoco quieras ser el primero en
terminar; los exámenes no son carreras de caballos, así que tómate tu tiempo para
resolverlo, revisar tus respuestas y, si puedes, corregir los errores que hayas cometido.
En los exámenes objetivos de opción múltiple nunca pongas lo primero que se te
ocurra. No son adivinanzas. Se supone que están hechos por especialistas y sólo una
de las opciones que se te presentan es la correcta.
Asegúrate de contestar todas las preguntas. Si no estás seguro de alguna respuesta y
te ves en la necesidad de adivinar, hazlo inteligentemente: lee cuidadosamente todas
las respuestas, descarta las que sabes que no son correctas y elige entre las restantes.
Antes de entregar tu examen, revísalo. Asegúrate de que tu hoja de respuestas esté
claramente marcada con un lápiz oscuro y borra cualquier marca de más.
Recuerda que el que saca las mejores calificaciones no es el más inteligente, sino el
mejor preparado.
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Referencias:
Marshall, Brian, Estudiantes de éxito, 2ª edición, México, Ed. Selector, 2001, pp. 57-65.
Michel, Guillermo, Aprende a aprender, guía de autoeducación, 14ª edición, México, Ed. Trillas, 2006, pp. 54-58.
 

Epílogo

Escribí este curso con el sincero deseo de ayudarte a mejorar tu rendimiento
académico. Durante gran parte de mi vida como estudiante no tuve la oportunidad de
conocer ningún método de estudio y te confieso que sufrí bastante con algunas
asignaturas.
Hoy la situación es otra y la diferencia la ha marcado el uso de las técnicas que te he
compartido.
Estoy seguro de que este sistema te dará muy buenos resultados, si lo asumes con
voluntad y determinación. La parte más difícil sin duda alguna será la eliminación de
tus malos hábitos y la adquisición de hábitos buenos. La fórmula para adquirir un
hábito es la repetición de los actos, cuanto más veces lo repitas aumentará la
disposición de hacerlo otra vez hasta que sea algo permanente.
Sin embargo, la única manera de cerciorarte de que el sistema realmente sirve será
utilizándolo tú mismo. Entonces podrás darte cuenta de que no es tan difícil estudiar y
obtener las mejores calificaciones.
Conforme vayan aumentando mis conocimientos, iré actualizando esta guía. Me
encantaría conocer tu opinión, tus sugerencias y dudas, mismas que serán tomadas en
cuenta y compartidas con nuestra comunidad estudiantil.
 
Te deseo lo mejor.
Atentamente
 
César A. Góngora Briceño
cesargongora@hotmail.com